domingo, 6 de abril de 2014

SHIGERU BAN

Shigeru ban es un arquitecto japonés. Este año ha sido galardonado con el Premio Pritzker de Arquitectura. Pero no es por eso por lo que hoy hablo de él en este blog.

Este arquitecto ha demostrado con sus obras, que se pueden realizar construcciones económicas, ecológicas, sencillas y elegantes.

El material principal que utiliza es el papel. Lleva casi dos décadas diseñando museos, casas y catedrales con cartón. Es el único arquitecto en el mundo que lo hace.

Algunas de sus obras más importantes son el Centro Pompidou-Metz en Francia, la Christ Church en Nueva Zelanda y el pabellón de Japón en la Expo 2000 de Hamburgo.

Según Ban, cuando terminó el Centro Pompidou-Metz, quedó desilusionado con su profesión. "Nosotros los arquitectos no trabajamos para los más necesitados. Por el contrario, construimos magníficos edificios que visibilizan el dinero y el poder de unos pocos privilegiados. Pero cuando las estructuras de concreto se desmoronan a causa de terremotos y tsunamis ningún arquitecto ofrece ayuda a los desamparados. Nosotros podemos marcar la diferencia mejorando las viviendas de los sobrevivientes y haciéndolas más cómodas.” Y eso fue lo que hizo. En 1994 construyó en Ruanda casas de cartón para los supervivientes de la masacre. Años después estuvo en la India, realizando viviendas similares para los afectados del terremoto.
Sus refugios, DIY refugee, han demostrado ser una solución muy popular y eficaz para construir viviendas de emergencia con poco dinero frente a catástrofes naturales. Siendo Japón, Vietnam, Turquía, India, China, Haití, Ruanda y otros países de todo el mundo los que cuenta con ellos.

Para Shigeru, el espacio determina la existencia humana y la manera en que las personas se relacionan. Como buen japonés, da mucha importancia a la armonía entre edificio y entorno. Tanto es así, que construyó su propia casa sin talar ni un solo árbol, integrándolos en el espacio.



Destaco a este arquitecto, por sus diseños impactantes, por los materiales que utiliza y sobre todo, por su dedicación y compromiso humano.

Recomiendo indagar más en la figura de Shigeru Ban y ver sus obras. Su filosofía y su forma de ver el mundo nos puede enseñar mucho.




martes, 17 de septiembre de 2013

Es fácil vivir con los ojos cerrados

A raíz de la última película dirigida por David Trueba, "Vivir es fácil con los ojos cerrados", he conocido una noticia que me ha llamado la atención. 

Corrían los años 60, en los que un profesor de inglés enseñaba a sus alumnos con las letras de las canciones de The Beatles en una escuela de Albacete. Aprovechando que en esa época, John Lennon se encontraba en Almería rodando "Cómo gané la guerra" (1966), Juan Carrión, que así se llamaba y se llama este profesor cartagenero, decidió viajar hasta allí para que Lennon le aclarara algunas frases de las letras de sus canciones que no entendía.

En un principio, Lennon pasó de largo, pero Carrión insistió hasta poder hablar con él. Le entregó algunos folios con las canciones en los que había dejado huecos en blanco para que John los rellenase. Y así lo hizo, le facilitaron rotuladores de colores y corrigió las transcripciones que este profesor había hecho mientras escuchaba a The Beatles por la radio.

Tras este encuentro, Lennon prometió que las canciones de su banda estarían siempre disponibles. En el siguiente disco de The Beatles, Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, se incorporaron las letras.

Juan Carrión soñaba con volver a encontrarse con John Lennon, pero aunque esto no fue posible, sí que fue recibiendo los discos que sacaron The Beatles hasta su separación, incluyendo las letras y las partituras.

Esta historia me ha llamado la atención por dos motivos. El primero, enseñar inglés con canciones de The Beatles para motivar a los alumnos, y el segundo, que Lennon prestase atención a este profesor y, tras ello, le enviara los discos que la banda de Liverpool sacó hasta el final.



viernes, 18 de enero de 2013

RESPONSABILIDAD

Está claro que los ciudadanos no somos culpables de esta crisis, como se ha querido hacer ver por algunos sectores de la política y la prensa. Desviando así la atención y culpas.
Pero lo que sí somos los ciudadanos es responsables de ella. Como parte importante de la sociedad, actores de la misma, tenemos la obligación de tomar partido en su rumbo. Dejar de hacernos las víctimas y coger las riendas del cambio. Todo esto, claro está, conlleva una molestia que no todos estamos dispuestos a asumir, como bien se está viendo. Pero si queremos que los políticos, banqueros y demás agentes cumplan con su cometido. Que gestionen correctamente, debemos y tenemos que hacerlo. Exigir derechos, nuestros derechos y que aquellos que cometan delitos paguen por ellos.
No basta con que los médicos, profesores, jueces, abogados y fiscales defiendan la sanidad, educación y justicia. Porque no sólo a estos les perjudica que se privaticen estas instituciones, nos perjudica a todos y cada uno de nosotros. Por lo que tenemos que arrimar el hombro y movilizarnos.

Así que basta ya de lamentos y ser víctimas, dejando hacer y deshacer a los políticos. Está claro que los gobernantes de este país no van a cambiar nada porque no les conviene perder privilegios, poder y estatus. Debemos y tenemos que ser los ciudadanos. Es nuestra responsabilidad y obligación.

Otro actor importante de la sociedad que tiene mucha, muchísima responsabilidad en todo este asunto es el periodista. También les gusta justificarse diciendo que las cosas están mal en la profesión y que no pueden hacer nada porque peligra su empleo. ¿Cómo que no pueden hacer nada? Precisamente ellos que tienen la información, los datos son los que más pueden hacer por explicar la situación y concienciar al ciudadano.
He de reconocer que no todos son iguales, por fortuna, y que sí que hay muchos que son verdaderos profesionales y denuncian las injusticias, las estafas, la corrupción. No sólo en nuestro país, sino en otros, y que no se olvidan nunca de aquellos que sufren verdaderas tragedias por culpa de los países fuertes. E incluso defienden una prensa libre y pública. Pero cada vez son más silenciados por el resto, por aquellos medios y periodistas que están al servicio del poder y a los que sólo les importa la recompensa económica.
Sí, sí, ya sé, ya sé, algunos tienen familia y han de pensar en todo esto. Pero digo yo, cuando decidieron ser periodistas, dedicarse a la información ¿no sabían los riesgos y responsabilidades que esta elección conlleva, no conocían el código deontológico periodístico y sí lo sé yo? No me lo creo, considero que o bien son conformistas y prefieren decirse y convencerse de que no pueden hacer nada porque les costaría el puesto. Bien son afines a las políticas del poder. O bien son personas que les da lo mismo quién haya en él mientras ellos tengan su sueldo a fin de mes. Para mí estos no son verdaderos profesionales porque no están comprometidos con la verdad, desinforman y manipulan en vez de mostrar la realidad tal y como es. Por todos es sabido que la mayoría de las agencias y grandes cadenas de comunicación de masas son empresas, grandes empresas que buscan la rentabilidad a costa de lo que sea. Y que lo que menos les importa es decir o mostrar la verdad. Así que, pues eso, que mientras haya personas que le sigan el juego habrá manipulación. Estas empresas de comunicación están dirigidas por el poder, claro. Cuando digo el poder no sólo hago referencia a la clase política, sino que incluyo a empresarios, banqueros y demás individuos que gobiernan y dirigen un país.

Vuelvo a la responsabilidad ciudadana. Este aspecto de la información también nos afecta, también es cosa nuestra. Porque es otro punto en el que tenemos que estar atentos. Y como responsables debemos escoger, analizar y discriminar la información que nos llega. Buscar diferentes fuentes y conocer quién está detrás de esa información. Pero claro, como he dicho antes, esto también conlleva una molestia y no estamos dispuestos a tanto, por eso estamos donde estamos y tragamos lo que tragamos. Preferimos no saber y dejar pasar las cosas a ver si por sí solas se solucionan. Y cuando no tengamos nada más que perder. Llorar, enfadarnos y maldecir a los dirigentes. Eso sí sabemos hacerlo, y muy bien además.

No sé si os habréis fijado en cómo nos presentan a países de Sudamérica, África o China. Nos cuentan que en estos lugares no existe el derecho a una información libre. Que no pueden hacer esto o lo otro. ¡Cuánta corrupción existe!... Para que pensemos ¡vaya, allí sí que están mal! Y aquí no ¿verdad? Porque aquí sí disfrutamos de todo eso que critican de otros lugares, aquí sí tenemos una información independiente, sueldos y trabajos dignos, gobernantes honestos, etc, etc.
Otra cosa que les gusta mucho a los medios es repetir una y otra vez que en invierno nieva y en verano hace calor, ¡vaya, esto sí que es algo extraño y desconocido, si no fuera por ellos ni lo sabría! Ahora nos machacan diariamente con las guerras, o ¿debería decir conflictos? Para suavizar digo, como hacen ellos. A lo que voy, las guerras en países árabes, en África y la “ayuda” que los maravillosos y preocupados gobiernos de Europa y EE.UU. prestan para "paliar" el desastre. Pero no cuentan ¿por qué ahora? ¿Qué hay detrás de esas supuestas ayudas? ¿Cuál es la verdadera razón que ha llevado a estos países a la guerra? Otro tema es el de las imputaciones, que después se olvidan y no pasa nada de nada a nadie. Pero y lo que se consigue con ello ¿qué? ¿Y qué se consigue con ello? Preguntaréis. Pues no es otra cosa que parecer que aquí la justicia funciona y que los medios denuncian, a la vez que se desvía la atención y no se explica las nuevas medidas tomadas ni los problemas reales. Todo cortinas de humo, muchas y muy espesas. Y demasiadas preguntas para ninguna respuesta coherente y veraz.

Con todo lo que he dicho, y podría extenderme más y exponer punto a punto cada cosa, sólo pretendo hacer pensar. Que haya una reacción mayor de la que hay. Hacer ver que no somos culpables pero sí responsables, ya que formamos parte de esto, nos guste o no. Y que basta de tanto victimismo. Seamos más valientes y conscientes de lo que está ocurriendo, si no, será demasiado tarde.

Pensad, y hacedlo bien. Esto no se soluciona solo. Todos estamos implicados, todos somos responsables de la situación y de que el cambio sea posible.

jueves, 1 de noviembre de 2012

PEQUEÑOS GESTOS, GRANDES CAMBIOS

Diciembre 1955, Montgomery (Alabama). Rosa Parks, afroamericana, hija de un carpintero y una maestra de escuela. Viajaba en autobús, cuando el conductor le espeta que ha de levantarse para ceder su asiento a un hombre de raza blanca. Y que su lugar estaba en la parte trasera del vehículo. La señora Parks se niega a ello. Como consecuencia de su valiente acto, es llevada a prisión y encarcelada por perturbación del orden público. También tuvo que pagar una multa.

Este hecho provocó una respuesta de protesta contra la segregación en el transporte público. Dirigida, por el hasta entonces desconocido, Martin Luther King

La negación a ceder su asiento de Rosa Parks, no sólo llevó a la protesta de segregación en el transporte público estadounidense, sino que se amplió a otros ámbitos en los que la raza negra estaba discriminada.

Este pequeño gesto, tuvo una gran repercusión, tanto mediática y política como social. Puso en entredicho las libertades, derechos y obligaciones de los Estados Unidos. Que tanto se vanaglorian de ello. 

El caso fue llevado a la Corte Suprema, que declaró que la segregación era una norma contraria a la constitución estadounidense. Un año después, el gobierno abolió todo tipo de discriminación en los lugares públicos.

¿Por qué cuento esto? Os preguntaréis. Porque un acto tan "insignificante", como podría parecer, llevó a un gran cambio en lo que a derechos humanos y civiles se refiere. Rosa Parks, harta, como ella misma declaró, de tener que ceder siempre, de ser humillada por no ser de raza blanca, se dijo, basta ya, hasta aquí hemos llegado. Y con solo negarse a levantarse de su asiento, consiguió mucho. Es por eso que ahora se me viene a la cabeza este suceso, porque a veces, un simple NO, no cedo más, conlleva a algo grande. Sin necesidad de violencia. Porque esto todavía hoy, es un ejemplo para todos los que queremos cambiar el mundo. Al igual que hicieran en los Juegos de México 68, los atletas Tommie Smith y John Carlos.


sábado, 15 de septiembre de 2012

LA CIENCIA BIEN UTILIZADA

Hoy he escuchado en la radio una noticia que me ha llamado la atención. El permitir, por primera vez en el teatro español, que las personas sordas puedan acceder a los textos de las obras. La primera experiencia tuvo lugar en la 35 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Se trata de un prototipo de gafas, desarrolladas por la Universidad Carlos III en colaboración con la Fundación Vodafone, que posibilitan al espectador sordo recibir los subtítulos mediante estas gafas. Y así poder disfrutar del teatro de la misma manera que el resto.
En realidad, esto se lleva haciendo en otros ámbitos culturales hace algunos años, el Festival de San Sebastián por ejemplo, lo utiliza desde hace cinco ediciones. También en el sector de la educación, donde ha conseguido mejorar los resultados académicos de los alumnos con esta discapacidad.

Este proyecto fue premiado, por la revista Time, como el tercer mejor invento del mundo.

Cuando he escuchado esta noticia me ha hecho plantearme algunas cosas, lo cierto es que no recuerdo si alguna vez pensé en cómo disfrutaban las personas sordas del cine, el teatro u otras cosas, creo que alguna vez lo he hecho, pero no en profundidad, ya que no lo tengo demasiado claro. Pero me agrada la idea de que otros sí que lo hagan e inventen estos artilugios tecnológicos para facilitar la vida a las personas con alguna discapacidad. Estas iniciativas son muy importantes. Los que no sufrimos ningún problema de este tipo no somos conscientes de las limitaciones que tiene esta gente para disfrutar de cosas que nos parecen tan normales y comunes, por eso me ha gustado mucho escuchar esto, y ver que la tecnología bien empleada puede mejorar la vida de muchas personas. A la vez que me ha servido para pensar en este tema.





sábado, 18 de agosto de 2012

BOAMISTURA


En el mundo somos muchos y cada uno de nosotros con una mirada, una perspectiva, una percepción, una manera de ser y sentir diferente. Estas formas de ver y conocer nuestro entorno, también nos lleva a afrontar la vida de distinta manera. A cambiar las cosas que no nos gustan. Unos eligen la violencia y otros eligen el conocimiento, la educación. ¿Por qué digo todo esto? Porque estamos pasando momentos duros en los que se pone a prueba nuestras capacidades de supervivencia, de superación, en los que muchos individuos creen que la lucha armada, la extorsión, la delincuencia, que ellos se empeñan en llamar justicia, es lo único que conocen para “cambiar y mejorar” el rumbo de las cosas. Luego están aquellos a los que apenas se oye, a los que los medios no dedican ni un segundo ni una palabra, y que están consiguiendo mucho más, un cambio más profundo y duradero a través de la educación. Esta última mirada y actitud para enfrentarse y luchar por un nuevo mundo considero que es la correcta. Porque ¿de qué sirve cambiar las cosas con violencia, muerte y destrucción, si no se educa, si no se enseña a respetar, a convivir, a empatizar, a utilizar esa fuerza y esas ganas en construir un lugar mejor para todos, a crecer, evolucionar?

Un ejemplo de mejora, de lucha, de denuncia y crítica de lo que ocurre, no solo en los países que hoy pasan por una crisis económica y moral, si no en países que llevan toda su vida en crisis, marginados, olvidados a su suerte por los gobernantes y por el resto de ciudadanos. No es otro que el de un colectivo que nació en Madrid a finales de 2001, formado por el Arquitecto Javier Serrano “Pahg”, el Ingeniero de Caminos Rubén Martín “rDick”, el Publicista Pablo Purón “Purone” y los Licenciados en Bellas Artes Pablo Ferreiro “Arkoh” y Juan Jaume “Derko” llamado BOAMISTURA que significa “buena mezcla”. Utilizando el graffiti, entre otras artes, como medio para hacer llegar su mensaje. Su obra se desarrolla principalmente en el espacio urbano, aunque también realizan exposiciones en museos y centros culturales por diferentes lugares del planeta, Sudáfrica, Noruega, Berlín o Sao Paulo. En este último, quisieron dar otra imagen a los suburbios de Brasil, lo que conocemos como favelas, pintando sus calles, sus casas y haciendo partícipes a los lugareños. Mostrándoles que se puede cambiar y mejorar el entorno, la situación que les rodea, con algo tan sencillo como un pincel. Y que esto solo es el principio de algo más grande.

Este colectivo no utiliza otra fuerza, otra arma que no sea la creatividad, la constancia, el ingenio y la educación para enriquecer, renovar y regenerar el mundo.

He querido destacar a este grupo de artistas para mostrar que hay formas más efectivas, pacíficas y responsables de modificar las cosas. Que la violencia, sea del color o la forma que sea, no conlleva más que a la destrucción, la pérdida de identidad, el sufrimiento... Y que con la educación y el conocimiento se puede llegar más lejos.




viernes, 4 de mayo de 2012

EL PODER DE LA MÚSICA


Hace algún tiempo decidí no tomarme tan en serio las noticias que nos machacan diariamente porque no me hacen ningún bien, me entristecen y me llevan a un estado anímico nada bueno. Me hunden y me quitan las ganas de todo. Siento una gran impotencia ver cómo nos quitan derechos y libertades con toda tranquilidad, sin que reaccionemos ante ello.
Los medios de comunicación están jugando un papel clave en todo esto, nos saturan de noticias negativas sin ofrecernos ninguna alternativa, no nos muestran ni un mínimo de luz. Hacen un gran trabajo al servicio del poder para deprimir a la ciudadanía, meternos miedo y que así nos quedemos perplejos, estáticos, narcotizados y no luchemos por defender lo que es nuestro, de todos.

Bien, como he dicho al principio, decidí no tomarme tan en serio todo esto, lo he conseguido durante un tiempo y me sentó bastante bien, pero mi inquietud, mi querer saberlo todo, mi curiosidad hacen que al final me empape de demasiadas cosas. Pero sí hay algo que estoy consiguiendo, prestar más atención y buscar aquellas noticias positivas o al menos diferentes, que no hablen de recortes, represión, economía o política. Estas noticias no son otras que las musicales, las culturales que me gustan más, me alimentan y nutren. Cuando mi mente llega a un estado de saturación extremo, de tristeza profunda, cierro todas las páginas de actualidad política y me pongo música, esto sí me hace bien, me aislo de todo, cierro los ojos y disfruto de ese maravilloso sonido.

La música tiene un efecto muy poderoso en los humanos, inexplicable, nos hace sentir cosas diferentes, tristeza, alegría, euforia, reflexión... No sólo en aquellos que disfrutamos escuchándola, si no también en aquellos que la crean y la interpretan. Esto me lleva a recordar un artículo que leí el otro día de Elvira Lindo sobre una mujer, Marjorie Elliot, que había perdido a su hijo un domingo hace ya veinte años y que para sobrellevar este trágico suceso, Marjorie, pianista, decidió sentarse todos los domingos a las cuatro de la tarde en su piano y tocar. Abriendo las puertas de su casa de par en par para todo aquel que quisiera unirse. Con ello ha conseguido que su casa esté repleta de gente todos los domingos deseando asistir y disfrutar de la música que sale de sus dedos y de los que la acompañan. Es muy difícil o imposible superar la muerte de un ser querido, mucho menos de un hijo, pero a esta señora la música la ha ayudado a seguir adelante, y no solo eso, sino que también ha ayudado a todo aquel que se acerca a escucharla.


De otra forma, por supuesto, y sin pretender compararme con Marjorie porque sería absurdo y egoísta, a mí también me salva la música. Tiene un poder que ningún otro arte por maravilloso que sea consigue. De hecho, es el último recuerdo que perdemos, si es que lo hacemos, cuando nuestra mente enferma y dejamos de ser nosotros. La música nunca se borra de nuestro subconsciente.

En mi caso es algo necesario para vivir, no concibo un día sin ella, además, como ya he dicho, es mi válvula de escape, mi droga para anestesiarme y no hundirme del todo. Me hace ver y darme cuenta que la vida es algo más de lo que nos quieren hacer creer y que el ser humano no puede ser tan malo si es capaz de crear algo tan extraordinario como es la música.

Gente como esta anciana mujer, nos deben y pueden enseñar a valorar las cosas, otras cosas. Buscar y aferrarnos a aquello que nos haga bien, que nos haga más humildes, mejor persona y ayude a la gente que tenemos a nuestro alrededor.

Como siempre me dice mi compañero, amigo y hermano, la revolución empieza por uno mismo, por mejorar y cambiar nosotros, y así poder ayudar a aquellos que tenemos más cerca, ese es el principio para hacer de este, nuestro mundo, un lugar mejor. Eso es lo que ha hecho Marjorie, pretendiéndolo o no. Y a mí la música sobre todo, me ayuda a mejorar, aprender, sentir, conocerme y compartir.